III Cuentos Cortos


Trato de ser un buen hombre, no buscaba ser el ejemplo.

Solo se contentaba con cumplir los roles que le establecía su sociedad.

Hacía tiempo que dejo la búsqueda vana de la gloria.

No negaremos que lo intento, pero las nieves del tiempo que se posaban sobre su cabeza le indicaban que el tiempo pasó y que era necesario mantener lo básico.

Trato de establecerse, cumplir con sus obligaciones mantener una rutina saludable, con algunas aventuras cada tanto, esas locuras qué se le permiten a los adultos. Tal como,  comportarse igual que  chicos en los primeros días de sus vacaciones escolares, disfrutar de la brisa del mar, correr.

Pero algo estaba empecinado en destruirlo, un capricho de dioses, una broma pesada del destino, o un olvido de DIOS.

Los primeros problemas fueron las pérdidas materiales, y con ello, supuestos “amigos” que mientras se beneficiaban de sus conocimientos o actitudes, le palmeaban la espalda, tal enfermera palmea el brazo, previo  a la aplicación de la inyección, solo  que aquí empeñaban un puñal.

Luego fueron los problemas de salud, no solo los suyos sino también los de esa familia que trataba de mantener.

¡Y aun así, con todo en contra, levanto su cabeza y continuo!

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